Pues hoy la novedad es que CNN pontifica que El Grito no es un grito.
A ver, pues resulta que una litografía en blanco y negro del pinto creador de la pintura explica que la susodicha pintura sólo refleja la reacción de admiración y asombro que le suscitó un bello y rojizo atardecer en Oslo.
Igualmente, la curadora que habla y explica el sentido de la pintura, hace ver que, en todo caso, la pintura y su lectura o relectura depende del espectador de la obra de arte... o sea, no es un grito pero puedes mirarla como lo desees.
Me da la impresión de que hay cosas que mejor no explicar mucho. La obra de Munch es dramática con su atardecer y con su grito, séalo de desesperación o solamente como gesto de admiración.
Hoy los seres humanos gritan por muchas cosas y se admiran por otras. A la de menos es mejor dejar todo como ha estado hasta ahora. Si el ánimo del espectador dice que en el Munch hay una queja y se refleja en ella pues que lo haga. Si más bien, quien mira la obra descubre en el gesto central de la misma un asombro pues que se impacte por él... en fin, grito o no, es una obra maestra que mueve y ha movido en direcciones muy diversas para reflejar lo mejor o lo peor del espíritu del ser humano.
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