viernes, 24 de mayo de 2019

Educar y construir paz



Hoy día el tema de la paz tiene aristas nuevas. En una época la ausencia de paz eran las guerras convencionales. En este tiempo el horizonte de la violencia se ha ampliado.


Y hoy día es fácil mirar cómo atenta contra la paz, por ejemplo, la inseguridad ciudadana, los regímenes totalitarios al limitar libertades, la exclusión de las personas o su discriminación, acoso de cualquier tipo, etc.

Surge así la necesidad de una educación que forje una cultura de paz nueva y mucho más cargada de matices.Aquí algunos tips e ideas que pueden ser útiles para el que desea educar en su aula sobre este tema y generar, al menos una vez al mes, un rato de diálogo y profundización.

Es ideal tener en cuenta una idea como esta a la hora de pensar en el ideal educativo de este tiempo vendido a las competencias tecnológicas y sólo pensadas de cara al mercado laboral:


Refleja una realidad de todos conocida. Y en una educación del tipo más humanista y que pase de lo inmediato, se debe tomar en cuenta un ideal como el que sigue y que resultaría muy útil pasar a las nuevas generaciones desde temprano:



Y por supuesto, poder caer luego en reflexiones mucho más a profundidad como la que puede desprenderse de la siguiente expresión de un premio Nobel de la paz:


En el plano de la tolerancia y el esfuerzo por enseñar y promover la resolución de conflictos, pueden tenerse en cuenta ideas y tips como los siguientes:



Finalmente, recordar el mundo de los valores en el aula nunca va a sobrar. Precisamente, obviar el tema o evitarlo resulta con consecuencias tristes.


Por último un recurso que puede llevar a reflexionar, discutir o ampliar ideas acerca de la paz y de los aportes de cada uno de los personajes que por ella han luchado:



jueves, 23 de mayo de 2019

Una nueva alianza: EVPP

En estos días hemos entrado en contacto con la iniciativa EVPP (Educación Virtual para la Paz).

Se trata de un esfuerzo hecho por algunos docentes de varios niveles de la educación para dar tips en el tema de paz y cultura para la paz.

No hay duda de que se trata de un tema urgente y es deseo nuestro poder aportar algo a lo que esos educadores buscan por medio de EVPP.


miércoles, 22 de mayo de 2019

Ecoética



Hoy celebramos el día mundial de la biodiversidad. En las actuales condiciones de deterioro del medio es una ocasión más que urgente, para celebrar, pensar y corregir.

Desde los años 60/70 cuando la bioética comienza a aparecer en el horizonte de la reflexión filosófica, siempre estuvo sobre la mesa la cuestión acerca de si dentro de esa disciplina se podía contemplar la cuestión de la ética de la vida humana y no humana.

Poco a poco la definición de bioética fue dejando claro que era preferible que todo lo relacionado con la conducta con respecto a la vida no humana debería quedar a resguardo de otra disciplina en el marco general de la ética aplicada o especial.

Así se comenzó a hablar de ecoética muy pronto y se definió como la parte de la ética que se ocupa de los ecosistemas en cada biotopo. Y no sólo era cosa de cuidar equilibrios sino también cuidar la conservación.

Con el tiempo se ha visto, dado el deterioro de la biodiversidad y las consecuencias del cambio climático, cómo el esfuerzo por conservar y equilibrar es decisivo, incluso, para el ser humano. 

Algunas nociones que han surgido, por ejemplo, ecodesarrollo y luego de 1992, desarrollo sostenible, han venido a colaborar con el empeño de cuidar, conservar, equilibrar y procurar un desarrollo en armonía con el medio y las futuras generaciones.

Ojalá que en un día como hoy, el compromiso ecoético crezca y se dé un mayor compromiso público y privado de cara a proteger una realidad que, lejos de salir del peligro, parece quedar cada día más y más atrapado en él... sin duda, las futuras generaciones nos agradecerán lo que hoy podamos adelantar en esta línea de proteger el medio, cada ecosistema con su biodiversidad.

martes, 21 de mayo de 2019

Sloterdijk/Zizek y eso que llaman pensar o reaccionar...

Hay pensadores de estos tiempos débiles y a veces insignificantes que, a fuer de no tener mucha competencia, destacan mucho.

Sloterdijk o Zizek pueden ser casos a destacar en ese sentido... y luego se hacen ampliamente famosos y reconocidos por todos, incluso muchos medios de comunicación, a partir del hecho de su impacto mediático mismo y repetido pero no por haber leído mucho de lo que han escrito.

Hace poco han aparecido notas en un medio español acerca de ambos pensadores.

En el caso de Sloterdijk la entrevista que se le hace en este mes le cuestiona al escritor acerca de una dura realidad y que resulta más que evidente. Esto es, que la gente no piensa. No tiene tiempo para tomar distancia de lo que le rodea y gusta permanecer en medio del bullicio, las pantallas y los fines de semana llenos de actividad lúdica (circo, dirían algunos).



Esto hace que eso de "penaRespuesta" de que habla el autor alemán no resulte una práctica muy difundida o popular. A la par de que la realidad del filósofo tampoco parece muy difundida... ni el filósofo con buen humor ni el filósofo que frunce el ceño.

El que entrevista a nuestro autor, a la par que le alaba en cuanto a su estilo peculiar de ser incorrecto y de hacer ver sus disímiles influencias, acaba preguntando acerca del mundo de hoy. El alemán cierra sus respuesta haciendo ver cruel el mundo en que vivimos y que, a como van las cosas, no sólo será superficial sino además despiadado.

En diciembre del año pasado, tocó el turno de ser entrevistado en ese mismo medio a Zizek. Habló de la realidad mundial y sobre todo, de inmigración y del futuro de Europa. Pero dijo algo curioso. Hizo ver que el mundo debe ser despertado. Que es tiempo de que reaccione de un estilo de vida como de drogado.

Despertar en un caso. Empezar a pensar en otro. Para reaccionar o bien, para dejar de ser menos cruel.

Es la voz de dos famosos y con muchos libros vendidos. Puede ser que, como parece, sean voces que, dejando de lado toda sospecha de personajes que añoren algo más que lo humano, sean escuchados por todos y puede que haya alguna reacción. Ello, claro, si queremos un mundo menos drogado o menos evadido, según sea el caso que andemos por las ideas de Sloterdijk o de Zizek...




domingo, 19 de mayo de 2019

Mandamiento del amor e inclusión

Este domingo ha habido ocasión, en la liturgia cristiana, de escuchar mucho acerca del mandamiento del amor o mandamiento nuevo.

Ciertamente, un mandato que ya estaba recogido en otros momentos de la tradición judía pero Jesús agrega un elemento novedoso: amar como él ha amado. Y de paso, poner ese mandamiento de amor a los demás al mismo nivel que el mandamiento de amar a Dios por encima de todo.

El amor a los demás, el no hace a los demás lo que no deseamos que nos hagan los otros, es una exigencia extraordinaria y, de paso, muy poco cumplida a lo largo de la historia.

La historia humana es historia de guerras, atrocidades, venganzas, masacres, genocidios, etc... y un etcétera muy largo, tristemente.

El ser humano realmente es lobo del hombre. Es cruel. Parece que disfruta una enormidad ver sufrir a los demás y éstos, mientras más débiles y vulnerables pues mejor.

Sin embargo así no deberían ser las cosas.

En principio, los débiles y los pobres y los más indefensos deberían ser los predilectos de aquellos con más recursos, poder o influencia. Pero no es así. De repente alguien se creyó el discurso de la moral del esclavo y determinó que eso de la misericordia no tenía lugar ni sentido en el proceder humano.

Retomar hoy el amor y la misericordia es decisivo. Pero hacerlo en serio. El Papa Francisco ha hablado mucho de misericordia. Y ha hablado de la Iglesia como hospital de campaña. A él y a la Iglesia les falta más radicalidad para vivir el mensaje misericordioso del evangeliio.... y esto hacia afuera pero también hacia adentro. Con demasiada frecuencia se mira cómo se condena fácilmente a la gente, se señala, se formulan juicios sumarios y se excluye a muchos del amor y la comprensión. Hace falta pues, más evangelio y menos derecho, más inclusión y menos segregar.

En fin, el texto del evangelio de hoy parece que es un proyecto de vida a retomar.  La historia humana sería muy diferente si lo hiciéramos tal y como se debería. Igualmente es un imperativo que nos debe animar. Ganamos más de los que perdemos y, de paso,  en occidente seremos más consecuentes con el querer que subyace en el corazón mismo del cristianismo.


Crimental

Crimental. Así es como Orwell llama en 1984 al crimen de pensar o dudar o cuestionar. Quien se arriesga a pensar, a ser crítico o a cuestionar el pensamiento de Partido o al Gran Hermano pues le espera, lo que la obra misma llama, la vaporización. O sea, desaparece como si nunca hubiera existido.

Los totalitarismo de derecha o izquierda siempre han amado vaporizar gente. El que piense, el que cuestiona, el que levanta la voz y el que anima a la gente a tomar conciencia de la realidad que viven pues... son liquidados sin mucho preludio.

Pero hoy hay otras realidades que aman vaporizar.

Puede que no maten pero sí desacreditan, sacan de la cancha, liquidan famas, difunden mentiras bien montadas y se valen de lo que sea cuando deben callar una voz que se anima rebelarse contra el pensamiento único y débil que hoy impera.

Quién hace estas cosas?
Exacto! Las redes sociales, el nuevo Gran Hermano, el nuevo totalitarismo.

El que se anima a opinar contra eso que llaman algunos "nuevo orden", de repente, se da cuenta de que tiene todo el aparato de grupos, lobbies o grupos de presión y algún bot haciendo de las suyas contra su fama, pensamiento, carrera o estabilidad económica o familiar. Resultado final? Destrucción total, obligación de callar y a veces hasta algún suicidio atroz y triste.

Es sorprendente mucho de lo que este autor de 1984 visualizó. Basta releerlo un poco y darse cuenta de que no sólo pensaba en colectivismos de cualquier cuño sino que anunciaba realidades que hoy por hoy ya van más allá de ideologías o relatos macro... anunciaba también realidades que hoy pululan con formas que van desde grupos ascendentes, hasta élites de la red oscura o grupúsculos peligrosos que manipulan y mienten sin medida para lograr promover intereses ocultos, dramáticos y con finalidades inconfesables por siniestras y malsonantes.

Si no queremos ser vaporizados y que nos vea el Big Brother (que todo lo ve)  la "caracrimen" o bien se nos califique de fallar con el "crimental" (todo en la neolengua que 1984 nos da a conocer) pues... o nos rebelamos o nos aliamos con el estado presente de cosas. Un nuevo totalitarismo nos rodea!


viernes, 17 de mayo de 2019

Decadencia de la verdad

Decadencia de la verdad es, una expresión usada por Rand Corporation. Unida a otras dos, noticias falsas y hechos alternativos, describen en mucho la situación presente de la sociedad en que vivimos, de la gente de la calle, de la opinión pública, que hoy día al opinar o dar pasos en alguna dirección, dejan de lado los hechos y el análisis.

Una realidad que se mira casi en todas partes. Y la redes sociales y el internet no ayudan. Todo lo contrario. Son instrumento de bots y afines para fomentar el caos y facilitar que las falsedades y los miedos pululen en la red.

Es tiempo pues de defender la verdad. Es este el momento para que los usuarios de la red se animen a ser usuarios críticos de la misma.

Me parece que sería útil releer a pensadores como al mexicano Mauricio Beuchot que, hace poco, hacía ver que es urgente en este tiempo recuperar la verdad, las certezas, combatir el exceso de relativismo en que hemos caído y volver a un realismo moderado en el que no todo sea líquido.

Con esto y un poco de pensamiento crítico, más lectura seria y mayor discernir con respecto a lo que leemos y su veracidad, podremos combatir esa decadencia de que el título habla y retornemos a un mínimo de seriedad de cara a los hechos reales y a la reflexión con fundamento "in re", como decían los escolásticos.


miércoles, 15 de mayo de 2019

Día del maestro y la maestra

Hoy día es un importante hito que lleva a pensar en la educación y el rol en ella de los docentes, hombres y mujeres y a todo nivel.

Se trata de un oficio donde hay, normalmente, más mujeres que hombres y además, un quehacer que se ocupa de las nuevas generaciones desde la más tierna edad hasta los estudios de especialización más sofisticados.

Y a todos nivel y en todas partes, brilla el educador y la educadora que se dan a su tarea con ahínco y entrega realmente sostenida en una vocación de enseñar a toda prueba.

Hemos conocido grandes maestros y maestras en nuestra vida. Probablemente, algún familiar o amistad o tal vez nosotros mismos nos dedicamos a la enseñanza en alguno de sus niveles. El maestro admirado no se olvida, el amigo o pariente dedicado a enseñar se admira; nuestra labor, si es del caso, se realiza con conciencia clara de aportar algo a personas y al país de cara al futuro.

Cada día la tarea del maestro y la maestra es más exigente. Las nuevas generaciones son complejas en todo sentido, las innovaciones en didáctica y tecnología parecen nunca dejar de exigir más y más actualización y formación continua. Por otra parte, la revolución axiológica de hoy y los rápidos cambios del mundo tienden a no hacer más sencilla la labor docente que, a veces, parece que lleva al docente a no tener para nada claro qué ruta seguir a la hora de competir con las grandes innovaciones de esta impresionante sociedad de la  información y el conocimiento que nos rodea y atrapa..

Nada digamos de otras dificultades que van desde las exigencias de horarios, la labor extraclase no reconocida y el eterno problema del reconocimiento salarial justo.

Pero bueno, con todo y todo, allí está ese magnífico ejército de paz y saber que son los maestros que se desgastan desde el jardín de niños, las primarias, secundarias, preparatorias y universidades. Hoy les saludamos y expresamos admiración. Más aún cuando en situaciones, como la mía personal, me lleva a compartir con ellos -en el contexto universitario- la alegría de compartir lo mucho o poco que se sabe, con las generaciones que pronto tendrán los rumbos del planeta en sus manos.


Día internacional de la familia



En este día y ya desde hace ya buen tiempo, se celebra a la familia.

No es mi interés entra en la disputa de si familia o familias. Sólo me atengo al hecho de que se trata de una realidad decisiva en la historia humana, fundamental para la subsistencia de los seres humanos a lo largo de los siglos y una unidad básica y esencial para garantizar la estabilidad de las sociedades.

Sus formas han ido variando, pero la esencia se mantiene. Se trata de una realidad que ha sido grande en un tiempo, menos luego y hoy a veces minúscula, pero que se sostiene en la relación íntima, estable y ojalá armoniosa entre sus miembros.

Es obvio que, por la misma naturaleza humana, la convivencia no siempre resulta perfecta y pacífica. Sin embargo, aún en medio de alguna que otra crisis, la idea es no dejar que la integración familiar decaiga, se superen las pruebas y se pueda avanzar, poco a poco, en medio de tanto y tanto que atenta contra la unidad y armonía familiar, léase aquí desde los problemas económicos, las limitaciones físicas, las tensiones políticas o la misma guerra, las discriminaciones o las brechas injustas, la pobreza, en fin... un largo etcétera.

Pero se trata de buscar perseverar y no tirar la toalla a la primera crisis. Esposos que a veces rozan, hijos que se sienten incomprendidos o muy ahogados en su libertad, padres o madres solitarios que viven a tope el stress del cansancio o la incomprensión, abuelas con nietos que la vida le fue dando por situaciones variadas, grupos de hermanos que tratan de salir adelante luego de la muerte violenta de sus padres o incluso por el abandono... casos y casos. Pero siempre se trata de dar la lucha. Los esposos remediar sus diferencias aún si es difícil en ocasiones, los hijos comprender el rol complejo de sus progenitores a la hora de educarles, los abuelos que creyeron haber cumplido y de repente deben dar luchas nuevas, perseverar en ellas mientras haya fuerza; en fin, batallas diarias para defender los vínculos y protegerse mutuamente.

En un día como hoy, reclamar más apoyo del estado a la familia. Igualmente, que la política pública sea capaz de favorecer toda unión de personas que, por vínculos de sangre o bien originados en el corazón (adopciones, aceptar refugiados, dar techo a amigos, etc) o por la vía legal (matrimonios y uniones civiles o de hecho de largo tiempo) llevan a personas a cuidarse y a tratar de andar por la vida sin soledad y con profundo espíritu fraterno y humano.


lunes, 13 de mayo de 2019

Mayo 1968/2019

Una vez más al llegar mayo también viene la necesidad de recordar, reflexionar y releer acerca de aquel famoso mayo francés de 1968.



En medio de un verdadero cambio de época, una generación contemplaba su tradición y a la vez miraba lo que se estaba dando en la cultura y en las costumbres.

A la par del estilo de vida de los mayores, surgía el movimiento  hippie, la música era ahora propiedad del estilo de los Beatles o de Elvis o a lo sumo de los Beach Boys. Era también un tiempo de cambios en la manera de vivirse la sexualidad, el matrimonio, de valorar la familia y de considerar las instituciones como el Estado, las religiones o la universidad misma.

Parecía que había ahora un gran escalón entre una realidad y otra. Entre una época ida y la presente.

Fue así como se produjo la salida a las calles de jóvenes que reclamaban la necesidad de cambios. No querían ni tomar el poder. Sólo deseaban crecer en autenticidad. Y ello de cara a un estilo de vida que se rebelaba contra lo conocido hasta ahora y lo vivido por los mayores como lo más normal del mundo.

La consecuencia de aquello fue, de la mano de los llamados de atención de Marcuse, un giro  hacia una especie de precipicio en casi todos los campos. Aunque las gentes en las calles de París y de otras ciudades aquel mayo fueron casi todas provenientes de contextos de gente instruida, realmente no había mucha claridad ni de lo que buscaban ni de lo que realmente querían provocar.

Lo demás fue como una torre de naipes que se cae por su peso. Me atrevo a decir que los efectos perduran, los entendemos poco y curiosamente, el hombre unidimensional ha vuelto a imperar. Sólo que ya no hay nadie en las calles y todo el mundo parece estar de acuerdo en que la productividad y la tecnología son lo esencial y eso de pensar y de las ciencias del espíritu, además de las humanidades, ya son casi innecesarias. Y esto, incluso, en el mundo universitario donde aquel mayo del 68 se gestó.Y ni qué decir de ese extraño producto final que algunos llaman millennials.o Generación Y.

Vivimos un mundo desajustado, sin síntesis, sin reconciliación suficiente con la tradición y el pasado y en medio de una sociedad del conocimiento y de la información con un alma tecnológica que desprecia todo lo que es pensar, entender y rebelarse con sentido, es más, los que hoy representan la llamada nueva izquierda sólo hace de especie nueva de "navaja de Ockam" sin proponer gran cosa.

En fin, aquello de "prohibido prohibir"  o "seamos realistas, pidamos lo imposible" no han producido los frutos esperados.



The Walking Dead y algunas reflexiones.



He tenido ocasión de ver algunas temporadas de The Walking Dead  (TWD) y es imposible no acabar haciendo un poco de reflexión o liberarse de la posibilidad de alguna pesadilla luego de mirar uno que otro de los episodios de la serie más dramáticos y/o sanguinarios.

Hay alguna conclusión inmediata. Si algún día se impone de nuevo entre los seres humanos la ley del más fuerte pues ya tenemos una aproximación de lo que será de nuestra vida y la de la humanidad. Y a la par de ello otra conclusión fácil: a veces la felicidad es alcanzable con muy poco... aunque ello no sea más que durante un momento.

Hay además una serie de ideas sugerentes que no se pueden dejar de lado.

Una de ellas es la idea de que la hermandad y la idea de grupo siempre tendrá vigencia y será la clave para salir adelante. De la misma manera la lealtad como gran valor que cohesiona a los amigos y por supuesto, a los familiares.

Otra idea que se nos sugiere con fuerza es que la vida vale de por sí, aún con todo en contra pero sobre todo, la vida de los que nos son afectos. Los demás pueden ser enemigos y, por tanto, descartables por implicar un peligro real o en potencia, dadas las circunstancias.

Finalmente, hay otra idea que se impone. Se trata de la constante afirmación de que los seres humanos afectados por el virus o lo que sea que les ha convertido en Caminantes son, con gran frecuencia, menos peligrosos que las personas que luchan por sobrevivir a la par de otros. El que busca sobrevivir realmente pasa por encima de todo y de todos si es necesario. Los ejemplos sobran

A la par que se destaca la importancia de vivir, TWD deja muy claro que, cuando los límites caen y ya no hay criterios válidos universales, todo se vale a la hora de enfrentar a los demás y de garantizarse seguir viviendo. Se puede ser caníbal, se puede ser ladrón, se puede destripar al que sea con la idea de "protegerlo de tanta locura", en fin, una larga lista de atrocidades que, en abundancia, la serie muestra. Y todo ello sin hacer referencia extensa al tema de la venganza desproporcionada que es, con creces, uno de los tópicos más abordados en la serie.

Por ahora, los capítulos de cierta paz o sentido común no han sido muchos y el rol de los soñadores en un mundo mejor acaba pronto y mal....

Pero seguiremos mirando. Ya va más de media docena de temporadas vistas y realmente, en cada episodio, solo se puede pensar una y otra vez que ojalá el ser humano, a fuerza de liquidar límites y evitar el sentido común, no esté llevando a la humanidad  hacia la trágica dirección de hacer que las personas acaben viviendo cada día más y más como muertos vivientes, sin alma, ni metas, ni valores... sólo dependiendo del día a día.

domingo, 12 de mayo de 2019

Pascua, retos y vocaciones

Ha llegado este domingo que en todo el mundo católico se denomina del Buen Pastor. Y llega en momentos un poco difìcil por el peso mediático y el número importante de personas vinculadas con el clero y la vida de especial consagración, además de algunos laicos vinculados con instituciones de naturaleza confesional, que han fallado en su servicio y no han hecho lo correcto.

Es una realidad. No es exclusiva de la Iglesia pero es claro que los medios consideran que es una cuestión muy destacable y que se va sobre el tema a tiempo y a destiempo aunque se obvien otros contextos en que estos problemas son iguales o más serios.

En todo caso, hoy es mejor enfocar el tema de este domingo desde otra cara. Me refiero a lo que implica encomendar el tema vocacional e incluso, solicitar cooperación económica para sostener los centros de formación de las nuevas generaciones de hombres y mujeres que han de servir a los fieles católicos desde diferentes posiciones y ministerios.

Vale hoy como ayer pedir por esa intención y ese apoyo.

A lo largo de la historia e independientemente de los criterios fuertes y hasta cizañosos que abundan en algunos medios y redes sociales, las personas dedicadas a la vida consagrada han aportado a la historia de occidente una gran cantidad de realidades valiosas que van, desde el arte en todas sus formas, la vida académica, el bienestar de los pueblos, la ciencia, etc.

Pero además y en más pequeño, hay que hablar de las personas consagradas -sacerdotes, religios@s, laicos- que han hecho que muchas gentes de todas las edades vivan su vida con más calma e ilusión mediante un consejo, una compañía o sencillamente una voz de ánimo en privado, en medio de una homilía, alguna misión, un colegio o en el corredor de un hospital o cárcel.

Por dicha y a pesar del ambiente cargado de los últimos años, de las burlas y los ataques directos, hay jóvenes que siguen tocando la puerta de seminarios, conventos, casas de formación, centros vinculados a movimientos y otras formas de espiritualidad específica, etc. Son valientes y saben ir a lo esencial por encima de las fallas de algunos, las tormentas mediáticas o las malas decisiones de algunos que hacen cabeza.



Por qué tocar este tema aquí? Porque sabemos que nos leen algunas personas que, dedicadas con alegría a una vocación al estilo de las que aquí describimos. son seres humanos admirables por su calidad humana, su integridad, sabiduría o deseos de comprometerse con la construcción de un mundo mejor. Sé que siguen este blog  profesores de universidades católicas y protestantes, algún misionero o misionera en los más oculto de ciudades gigantes o campos casi selváticos, capellanes y asistentes en centros penales, algún formador de futuros servidores y por supuesto, laicos que, en institutos seculares, viven su día a día en medio de la vida cotidiana, trabajando y encomendado la ruta del mundo de manera discreta pero convencida.

En fin, se trata hoy de mirar hacia este tipo de vida y las vocaciones que, realmente, son y serán necesarias. Puede ser que todos los que andan por el surco no son perfectos ni mucho menos, pero con gran voluntad de vivir el día a día al estilo del Pastor Bueno que hoy domingo es el centro de interés más esencial y a quien se trata de imitar con decisión a pesar del ambiente difícil que muestra este siglo presente.


martes, 7 de mayo de 2019

Rescatando valores y a la persona



En este momento vivimos una nueva revolución cultural. La globalización de la comunicación y de las finanzas, más las consecuencias de la posmodernidad y el surgimiento de una nueva sociedad marcada por el impacto de la información y el conocimiento pues hacen evidente que todo ha dado un giro con respecto a lo que se vivía hace unas tres décadas apenas.

Realmente el mundo ahora es un pañuelo. Nos interesan cosas que antes medio conocíamos por las enciclopedias. Vivimos en tiempo real lo bueno y lo malo de lejanos países y nos sentimos cercanos y solidarios con los triunfos o las luchas de seres humanos en zonas del mundo de las que apenas teníamos noticias.

Lo posmoderno nos dejó un mundo marcado por gran cantidad de preguntas, dejó los macro relatos en crisis y cuestionó realidades que nunca se habían cuestionado con tanta radicalidad y ello para bien o quizá para mal. Dejo un rastro de opciones por lo pasajero un poco exagerada.

Además ha surgido una sociedad en la conocer es tener poder y en la que la tecnología nos ha llevado, nos lleva y nos llevará por rutas insospechadas, a veces hasta provocadoras de cierto temor.

En este contexto hoy no es conveniente olvidar dos cosas. Una, la centralidad de la persona y dos, lo esencial de los valores.

El ser humano siempre està en el centro de la realidad creada. Es prioridad. Cierto que hay muchas especies que desean vivir junto al ser humano y que éste debe ser más responsable con respecto a aquellas, Pero ello no quita el lugar central y esencial del ser humano en cuanto ser libre y consciente. Insisto en esto porque a veces parece que el mismo ser humano se olvida de este dato y prefiere optar por otras criaturas olvidando, a veces de modo dramático, el cuido de personas que sufren y mueren por causas perfectamente evitables con un mínimo de recurso o de sensibilidad.

En cuanto a los valores, la axiología nos enseña que se trata de realidades que están allí y que valen por sí mismas aunque estén a veces virtuales o como en potencia. Realidades a conocer, promover y resguardar. Cierto que algunos valores a veces pierden cierta vigencia y otros ascienden en ella. Sólo falta saber ver y saber optar para protegerlos y hacerlos valer, sobre todo, en tiempos como estos, en los cuales parece que tantas cosas importantes se relativizan o se descartan.

Un nuevo contexto y la defensa de siempre con respecto a la persona y los valores verdaderos... todo un
reto para polìticos, educadores, religiosos y gentes dedicadas al humanismo en todas sus expresiones.


viernes, 3 de mayo de 2019

Un nuevo servicio de Centro Horizontes: auto coaching

A su servicio esta nueva iniciativa.

Le interesa el selfcoaching como instrumento para potenciar la propia vida y hacer la vida de los que nos rodea mejor?

Dános tu opinión!


Libertad de prensa



En este día se nos invita a fijarnos en el sentido y en las implicaciones de eso que se denomina libertad de prensa. Una realidad esencial y hoy en muchos lugares amenazada -e incluso de modo grave y a costa de la vida- pero que implica una serie de deberes éticos no siempre observados.

El profesional de la comunicación, el periodista, el publicista, etc., están llamados a sacar adelante su  tarea del modo más íntegro posible. Eso implica mantener un mínimo de independencia con respecto a los medios de comunicación  y sus intereses e igualmente, con respecto a todos aquellos que, de una u otra manera, piensan que pueden intervenir cuando una nota periodística les puede ayudar en sus propósitos más o menos legítimos o no.

Por otra parte, se trata de un profesional que, en ese deseable marco de libertad, debe comprometerse con la verdad, pero igualmente, hay un deber ser que se puede describir con algunos rasgos necesarios éticamente hablando, por ejemplo, un deber de autorregulación esencial en algunos casos, el respeto a la privacidad de las gentes con algunas excepciones (a saber, seguridad nacional, narcotráfico o terrorismo) y el compromiso por promover el bien común y ponerse de parte de los más vulnerables, sin olvidar, el deber educativo que está tras el quehacer del que informa.

En fin... derecho y deberes, como en toda labor profesional y por supuesto, otro detalle, último y decisivo, se trata del saber-hacer-bien, propio de cualquier propuesta deontológica mínima. Ello conlleva para el profesional, fundamentalmente, dos cosas: hacer la tarea con excelencia y tratar de cuidar una formación continua que ha de notarse en cada producto sometido a los lectores, escuchas o televidentes.

Para saber más haga click


Redescubriendo encuentros y convivencias

En este tiempo marcado por la información, el conocimiento y las nuevas tecnologías, las redes sociales parecen una revolución en todo senti...