domingo, 30 de junio de 2019

Ciudadano ético



El título de esta entrada es interesante.

Hace pensar en una realidad llena de riqueza. Un ciudadano consciente y, de paso, rico en ética sería  una maravilla, sobre todo, en este tiempo inconsistente e insignificante de cara a la reflexión crítica, tal y como Vattimo o Habermas lo hacen ver.

Hay una nota en Ehic.es firmada por Pablo Sánchez (ver aqui) sobre este tema. Uno se acerca a la nota y se lee esperando una reflexión que pase de lo de siempre pero como que no lo logra.

¿Y porqué pienso que no? Pues porque  parece rozar aún (o "casarse con") a un ser humano cercano a aquel utilitarista "homo aeconomicus" (hoy con visos de "academicus" según Lèvy pues igual sirve al mercado), tal y como lo comprenden los de la escuela neoclásica de economía -conectados con Smith o Stuart Mill- para caracterizar al ser humano de hoy y su comportamiento tan marcado por el interés por sí mismo, a pesar de las ideas de P. Fleming o de R. Alcoberro al ver,  uno de ellos, al ser humano económico como necesariamente superable y hasta superado y el otro, el caso de Alcoberro, como un peligro por su idiotez moral.

¿Y porqué lo anterior? Porque parece que se reduce al ser humano, en la nota de Sánchez, sólo a su dimensión de persona consumista. Da la impresión de que es unidimensional en este sentido.

Es cierto que el columnista de Ethic caracteriza a ese ciudadano ético siendo un consumidor crítico, pero de allí no pasa.  ¿Y las demás facetas del ser humano? ¿Y la noción de ética como ruta a la felicidad (Aristóteles, Tomás, Camps)?

El ciudadano ético, siguiendo a A. Cortina, es crítico, utópico, servidor y radical pues opta por el ser humano y su lugar central en medio de este mundo que nos ha tocado vivir. Es más que sólo un consumidor más o menos inteligente. Sabe de su entorno, critica con fundamento y lucidez. Cree en un mundo integralmente mejor. Sabe ser útil al más vulnerable y se da a sí mismo para servir. Y finalmente, se da cuenta de que un antropocentrismo sano es, claramente, hoy muy urgente, lo mismo que una antropología afinada y actualizada.

Por otra parte y posiblemente debido a lo breve de la nota, Sánchez no abunda en la relación ética y economía. Hoy día es un tema urgente. Probablemente en otra ocasión abundará en esa relación que, como dice nuestro autor, se debe dar en clave de "unir fuerzas".

viernes, 28 de junio de 2019

Hoy hace 50 años... #stonewall

Historia, lucha y memoria. Así es como se lee en uno de tantos tuits escritos por miles de gentes en el día de hoy y en días anteriores a este viernes.

La memoria de Stonewall se prolonga hasta hoy.



Es complejo leer todo cuanto implica el Pride y sus cuestiones conexas sin aplaudir todo o bien, oponerse a todo.

Pero sí ha de haber un punto de medio: ni perfección ni desastre.

Lo cierto es que durante este tiempo y para llegar a este hoy ha pasado mucha agua bajo el puente y sin duda ha habido mucho sudor, lágrimas y sangre en la ruta.

Llegado este día el resultado es mucha gente que puede vivir su vida más en paz y con mayor plenitud. Que todo no ha sido perfecto? Qué falta mucho? Que las marchas del Orgullo a veces son extremas? Que hay cosas de fondo que se podrían discutir más y mejor? Que los que no pertenecen al mundo Queer aún deben avanzar y aprender a convencerse de que se trata de una realidad que no puede ser vista ni como problema de salud ni como una aberración moral? Que aún hay muchos muros que derruir?.... y quedan muchas preguntas y cuestiones más... pero, me parece, el tiempo y las luchas seguirán dando frutos. Las cosas tendrán que irse acomodando sin extremos de ningún lado. Además es claro que los esfuerzos de tantos para lograr hacer de estos temas unas cuestiones visibles y para todas las mesas sin dramas, irán construyendo sociedades donde básicamente se viva y se deje vivir y se aprenda a abordar algunos tópicos sin mezclar cosas o dimensiones ni utilizar mal realidades que existen para forjar lazos y no para excluir a nadie, como por ejemplo, las religiones y sobre todo, el cristianismo, donde aparece un Jesús -¡el de los evangelios!- que  nunca excluyó, supo abrir puertas, estar donde nadie parecía querer estar y abrazar a todo ser humano de buena voluntad que deseaba construir un mundo más justo, santo y humano desde su propia realidad en proceso de mejora continua solo evitando no hacer vida el mandato del amor.

miércoles, 26 de junio de 2019

Robert Kennedy

En estos días de un poco más de tiempo y de calor de verano, he mirado un poco la lista de las series y reportajes que ofrece Netflix. Ya pude dar un mirada a un reportaje sobre el Ché y realmente me pareció muy interesante y descubrí novedades acerca de este ícono del siglo pasado.

Ahora di un paso más y me encontré con una miniserie acerca de Robert Kennedy. Es cierto que un personaje y el otro no podían ser más diferentes pero el impacto ante lo que vi fue semejante.

Kennedy fue un personaje en el que hay como dos etapas aunque en ambas el mismo intenso sentido del deber y una labor diaria realmente cuasi-deportista y sin horario.

La primera etapa muestra a Bobby dedicado a su  formación y luego al servicio del gobierno de su hermano. Obviamente, este momento se cierra dramàticamente con la muerte de JFK.

En esta etapa encontramos al fiscal general duro y exigente y principal voz al oído del presidente de EEUU. Y siempre con un ritmo de trabajo casi super humano.



Luego del inicio de la presidencia de Johnson todo cambia. Y empieza la etapa segunda que está determinada por la decisión de Bobby de aspirar al Senado, su contacto con la realidad de un país en llamas y finalmente, su aspiración a la candidatura demócrata para 1968.

En este período segundo, Kennedy se muestra sorprendido y angustiado ante un país roto por el racismo, la guerra, la pobreza, la xenofobia y un largo etcétera. Se acerca a la vida de la gente, a los líderes del  momento tanto negros, como latinos y a los movimientos sociales. Se vuelva un convencido de que se deben dar cambios profundos si se desea combatir la violencia que hace casi ingobernable más de un estado.

En un ambiente así se inició la ruta de Robert Kennedy hacia la candidatura. Su muerte se da en plenas primarias, en concreto, en Los Angeles. Tremendamente duras y disputadas lucían. Más no tuvo ocasión de enfrentar a su contrincante sino en unos cuatro estados.



Realmente impresionan las ideas del útltimo Bobby, igual que el entusiasmo que provocaba en sus seguidores y la dureza contra él de sus adversarios. Aún hoy, como se deja ver en la miniserie, sus seguidores de entonces aún se rompen al pensar en aquel candidato de 46 años, lleno de energía y de deseos de cambiar la cosas, esperanza única en su momento. Aún hoy derraman abundantes lágrimas cuando lo recuerdan herido de muerte y sus últimas palabras: "¿todos están bien?"

Los invito a verla. Provoca y anima a la reflexión. RFK en Netflix. Miniserie

martes, 25 de junio de 2019

Ché

En estos días tuve la ocasión de mirar el documental que ofrece Netflix acerca de la vida, figura, misión y final de ruta de Ernesto Guevara de La Serna.



Realmente una producción de 2015 que logra cautivar. Taibo II lo logra a su manera y desde una serie de locaciones mágicas y que logran un efecto realmente impresionante.

He de decir que me ha pasado como a tantos. Momentos de admiración y momentos de decepción con respecto a este personaje icónico de nuestra Amèrica Latina de la segunda mitad del siglo pasado.

Se admira en él la inteligencia, la convicción, su espíritu libre, sus ideales, su deseo de construir un mundo más humano y justo.

No tanto se admira alguna que otra idea, alguna que otra conducta y una visión de la realidad y de la historia no siempre realista o completa.

La serie en cuestión va llevando por sendas, parajes, testimonios, recuerdos, triunfos y fracasos ligados al Dr. Ernesto Guevara, como se le llama a menudo, antes de que pase a ser definitivamente sólo Ché.

Su estilo de vida, su cercanía con la gente y su vida, las rutas recorridas, sus ideales y los encuentros con las personas adecuadas en los momentos críticos son realidades que brillan en este reportaje que va de la mano de la amplia obra de Paco Ignacio Taibo II acerca del Ché.

En fin, vale la pena verla y sacar las propias conclusiones, de paso, es importante porque así las nuevas generaciones superan la foto, la camiseta o el pin y descubren a la persona real e histórica tras el mito.

Para leer un poco mas... aquí

sábado, 22 de junio de 2019

Juicios mediáticos, violencia, incomunicación... lo oscuro de las redes sociales

Cualquiera que haya vivido el paso de la vida sin internet a una vida marcada por la red, sabe perfectamente que no hay comparación entre un momento y el siguiente.

Las nuevas generaciones, incluso, no se imaginan cómo puede ser una vida en la que, de repente, no hubiera conexión ni red social alguna. De hecho, cada vez que una de las más populares redes sociales se cae por un par de horas el mundo se contrae, los corazones sufren y la realidad casi acaba deteniéndose a la espera de noticias y de la normalidad.

Me parece que las humanidades aún deben tratar de explicar todo lo que acaece y marcar un horizonte deseable de cara a una ruta que parece ir siempre a más.

Sin embargo, no todos esos frutos son maduros. Hay agrazones.

Una de esas agrazones es la incomunicación. Lo que ya McLuhan había anunciado acerca de la TV hoy se ha multiplicado por infinito. La realidad es que la comunicación real humana se ha afectado. Los encuentros personales parecen cada día menos frente a la idea de que es suficiente vivir la vida a puro mensaje de texto u otra forma de comunicación por mensajes breves, aparte de mal escritos y chats. Los  grupos de amigos, la vida escolar, el núcleo familiar, el vínculo matrimonial, en fin, todo se ha trastocado.



Otra agrazón que aparece en el horizonte presente de las redes sociales es el juicio mediático. ¡Cuántas injusticias por informaciones erradas, mal intencionadas o sencillamente falsas! ¡Cuántas famas liquidadas por un rumor y un montaje contra alguien! Se dice algo, se cree verdad y comienza el juicio y la destrucción. Una cosa lleva a la otra en cuestión de segundos. Rehacer el mal hecho luego es imposible.



Finalmente, la violencia. Cuando una persona se atreve a opinar contra el criterio de algunos, sobre todo, si se trata de grupos fuertes de presión, o colectivos determinados con fuerza mediática, o bien, posiciones sostenidas por agrupaciones políticas agresivas o sencillamente, contra lo que cree la mayoría, esa persona debe prepararse no para argumentos sino para ataques personales, palabras malsonantes, insultos de todo tipo y hasta puede correr peligro su integridad física. La mampara de lo anónimo hace a la gente repentinamente lanzada, violenta y hasta cruel.



Tres agrazones. Hay que buscar la manera de superar esto pues, de lo contrario, podrían acabar más esas realidades inicialmente positivas que son las redes sociales. Ya algunos pensadores -Zizek, Habermas, etc.- han hecho ver que urge un modo más civilizado de usarlas. Ojalá lo vayamos haciendo mejor en el futuro.

martes, 18 de junio de 2019

Sociedades de hoy y el lugar de la religión



Vivimos tiempos en los cuales los cambios de todo tipo se suceden a velocidades que hacen muy difícil asimilarlos e incluso hasta notarlos.

La tecnología no cesa de anunciar cambios e innovaciones. Los equipos que hoy favorecen la información y la difusión del conocimiento se renuevan mes a mes. Los anuncios de cambios en el modo de la convivencia humana no dan tregua. Y los temas que versan sobre inteligencia artificial y la sociedad del mañana con sus nuevas realidades asociadas con la actividad de las personas, el mundo del trabajo y los nuevos modos de uso del tiempo y de expresar la convivencia parecen sacados de las páginas de Orwell o de Huxley.

Es la realidad que vivimos, nos guste o no. Y es la realidad que tendrán que enfrentar las futuras generaciones irremediablemente para bien o, también, para mal. Todo tiene sus claroscuros.

Y en todo esto, la dimensión religiosa qué lugar ocupa.

Es cierto que hoy hay una gran masa de personas que vive la vida de tal manera y asumen el tema de Dios y las religiones con tal ánimo que resultan ser, a la larga,  tópicos radicalmente innecesarios. Nunca han tenido una experiencia religiosa más o menos sana o madura y/o solo conocer el peor rostro de eso que dicen vivir o creer las personas religiosas o, al menos, lo que ellas dejan ver de su praxis personal o comunitaria.

Sencillamente se trata de un grueso número de personas que ni llegan a plantearse si son ateos o no, si son gnósticos o no. De manera impresionante han marginado el tema a la sección de los asuntos irrelevantes.

Ahora, en la sociedad de hoy y en lo que venga el mañana, a la par de estas personas hay otras que consideran el hecho religioso como valioso. Su experiencia se los hace ver, su formación se los confirma y pasan, no sin consideraciones adecuadas y críticas, de lado con respecto a todo lo que los medios masivos de comunicación dicen o afirman acerca de las religiones, sus luces y sus sombras, sus mejores expresiones y las peores.

Estas personas, me parece, tienen la dura tarea de hacer ver a la humanidad que les rodea que, ciertamente, aunque se puede vivir la vida sin una referencia concreta al tema religioso, ella experimentaría una ampliación significativa en su horizonte, si el mismo llegara a integrarse de alguna forma.

Ahora bien, es claro que en estos tiempos la experiencia que saca adelante quien cree, ha de estar caracterizada por una vivencia de la fe madura, formada, alegre, operativa y poco dada a proselitismos, intolerancias o agrias imposiciones. Igualmente, ha de ser una experiencia marcada por un alto ingrediente comunitario, una renovada capacidad para vivir el servicio por un mundo mejor y una sana manera de acercarse al mundo del ciberespacio para no caer en la trampa que ponen las disputas innecesarias o todo cuanto pueda caer dentro de la poco popular categoría de fundamentalismos rigoristas.

En definitiva, se trata de captar que en una sociedad como la presente, en la que el ser humano a veces tiene la idea de que es, finalmente, autosuficiente, la persona que cree ha de mostrar -empezando por su vida- que somos, realmente, mendigos. Nos creemos superhombres pero en realidad solo somos peregrinos por una historia que no se basta a sí misma y usuarios de unas innovaciones que generan confort y hasta una vida más fácil y hasta aceptablemente feliz, pero que no logran responder las cuestiones esenciales de la vida, los porqué o la  cuestión acerca del sentido. Allí es cuando nos queda rogar luces a ese Otro, sea cual sea la idea de él que poseamos.

La religión no es útil en el sentido más utilitarista del término. Eso no. Su necesidad es de otro orden. Sencillamente, es una ayuda para vivir. No todos lo captan así y incluso puede que ni lo necesiten, pero el que sí lo hace, el que percibe el hecho religioso como algo necesario, comprende desde el momento cero de su experiencia que si luego de ella se le preguntara, sólo podría plantearse una gran pregunta en su más profundo interior: "¿y cómo se puede no vivir así?".


sábado, 15 de junio de 2019

Filosofía: tips para principiantes.

Cuando se habla de filosofía se genera en los diferentes auditorios una mezcla entre la expectativa y el temor. No se sabe lo que vendrá y se teme no dar la talla o la llegada terrorífica de exámenes de pánico.

Hay algunas obras simpáticas en la red que se pueden mirar y que resultan de gran atractivo para el que se desea acercar sin drama al mundo de la filosofía.

Veamos...

Filosofía para Dummies

Filosofía para principiantes 1

Filosofía para principiantes 2

Filosofía para principiantes de RIUS

Se trata de cuatro textos sencillos más no mal elaborados y cuyo formato ayuda a animarse a estudiar y divertirse un poco.

Y finalmente, una obra básica aunque con menos humor sería esta: Historia de la Filosofía. J. Marías  Además este conocido texto novelado: El Mundo de Sofia

Bien, ojalá les sea provechosa esta lista de tips para abordar entre sonrisas y seriedad el mundo de la filosofía. Ultimo dato: Una colección básica


viernes, 14 de junio de 2019

Educar y transformar

Tuve hace poco la oportunidad de leer esto: "las IES (instituciones de educación superior) deben formar profesionistas competentes y competitivos en todas las áreas del conocimiento, con sentido humano y ético, con programas educativos pertinentes y multidisciplinarios, así como impulsar la investigación, generación y aplicación de innovaciones científicas y tecnológicas".

Es un texto de Rogelio Garza Rivera que se desempeña como rector la UANL. Y aparece en una revista de esa universidad mexicana titulada Vida U en su número de marzo de este año.

Me parece un texto acertado por lo que sigue:

- habla de formar personas integralmente y eso ya, de por sí, es un valor no muy común hoy día cuando hay universidades que sólo preparan para el mercado y con el criterio de las competencias que las empresas piden o exigen para emplear.

- se hace referencia a profesionistas bien preparados y con sentido humano y ético. Otro acierto. Pues en este momento sufrimos la tendencia a desplazar de la formación universitaria los contenidos propios de las humanidades. La única manera de que exista en los futuros profesionistas o profesionales en los diferentes campos un poco de humanidad y de ética es con una buena formación filosófica y con un fuerte énfasis en cuestiones antropológicas y éticas.

- pertinencia y multidisciplinariedad resultan aspectos que corresponden a este mundo complejo que nos ha tocado vivir y donde la sencillez suena a ingenuidad. Incluso se puede ir a los interdisciplinar y a lo transdisciplinar.

-  finalmente, la referencia a la investigación. Eso es lo que hace la diferencia hoy día entre las universidades, lo mismo que saber aprovechar las innovaciones y, desde ellas, poder avanzar más.

Un párrafo que está lleno de perspectiva y amplio horizonte. Sin duda, se trata de una persona que sabe hacia donde va en su labor y seguramente la universidad que dirige en Monterrey  (UANL) va por donde debe.


jueves, 13 de junio de 2019

Escuchar, razonar, proponer

En estos días ha aparecido un documento de la Congregación para la Educación Católica sobre tópicos relacionados con educación y gender.

Sin embargo, aquí no me resulta tan relevante el tema mismo del documento, sino el método de diálogo que se propone.

Se trata de tres pasos que podrían ser una ruta fecunda en el marco de la red y en la experiencia misma de las diferentes redes sociales hoy existentes y las que pueda haber.

Es sabido que, a veces, las discusiones y los choques hacen imposible dialogar o entenderse en las redes sociales, más aún, cuando se trata de temas que fácilmente calientan las disputas y ellas llevan a discordias y a veces a insultos o argumentos al cuerpo de las  personas...

El cardenal G. Versaldi sugiere tres momentos: escuchar, razonar, proponer.

Muy sabio, me parece.  Escuchar ya sería ganancia. Cuesta encontrar gentes que tengan adquirido ese arte de la escucha.

Luego, razonar. Otro arte poco fomentado hoy día. Incluso decía hace poco Habermas que para qué pensadores si no hay muchos lectores o escuchas capaces de seguir sus argumentos y animarse a la reflexión inteligente.

Finalmente, proponer. Me parece interesante llegar allí. Se expone así el fruto de razonar desde la escucha y luego el ciclo se repite pues al proponer se es escuchado y el escuchando reflexiona y luego tendrá algo que decir... Una metodología que me recuerda la vibrante universidad medieval que pocos conocen y tantos insultan.

Pues bueno. Está planteada la propuesta. Queda ponerla en práctica.


lunes, 3 de junio de 2019

Diálogo

Hace algunos años Adela Cortina, apuntada a la dinámica de la ética dialógica, hacía ver que no todo encuentro de personas era verdadero diálogo.



El diálogo real debe ser simétrico.

Esto es, igualdad garantizada. Nadie con razón a priori. Se trata de hablar y escuchar. Y hasta el resultado final puede ser revisable a futuro.

Hoy día parece que esto de dialogar está un poco caído.

Se supone que encontrarse implica que el que dialoga se enriquece y hasta se conoce más. E igualmente, el que se decide por ese tipo de encuentro, comprende que se enriquece con lo que pueda conocer y oír de la otra parte.

En tiempos de redes sociales hay crisis en el encuentro, en la capacidad de enriquecerse y por supuesto en la sensibilidad de cara al respeto y al deseo real de conocerse sin tapujos.

Las redes sociales bloquean encuentros, se tiende a imponer criterios, se respeta poco y la tragedia del anonimato impide la alegría de conocerse sin tapujos ni engaños.

Nos falta reaccionar para que esto tan grande que es la red, favorezca y no resulte más bien un obstáculo para la comunicación y el diálogo entre seres humanos.

Redescubriendo encuentros y convivencias

En este tiempo marcado por la información, el conocimiento y las nuevas tecnologías, las redes sociales parecen una revolución en todo senti...