jueves, 4 de julio de 2019

Religión

¡Vaya si no es una palabra fuertemente vilipendiada esta que aparece en nuestro título!!

Cuando ni se tiene idea clara de lo que implica la religión o el hecho religioso o no  se ha tenido una experiencia religiosa medianamente sana o sólo pensamos en los que no son consecuentes con su elección de vida en cuanto a la religión, corremos el riesgo de decir muchos despropósitos con respecto a esa realidad que llamamos hechos religiosos y que se plasman en grupos o instituciones con frecuencia.

Manuel Guerra en su Historia de las Religiones, publicado en Madrid por BAC dice: “Religión es el conjunto de creencias, celebraciones y normas ético-morales por medio de las cuales el ser intelectual reconoce, en clave simbólica, su vinculación con lo divino en la doble vertiente, a saber, la subjetiva y la objetivada o
exteriorizada mediante diversas formas sociales e individuales” (Guerra, 26)

Hay en toda religión creencias o cuerpo doctrinal, una serie de ritos o una liturgia, una propuesta de vida que implica un modo de vivir. No pueden faltar estos elementos. Otro asunto es cómo lo vivan los creyentes.

Por otra parte, toda religión se plasma en experiencias subjetivas y ellas se mezclan con otras comunitarias y hacen que las personas y ellas en medio de comunidades, vivan realidades como celebraciones, fiestas, sacrificios, oraciones diversas, etc. Esta definición deja claro que la religión no es un asunto a reservar en la vida privada de las gentes. Cada quien tiene el derecho de profesar y hacer ver lo cree, incluso, en público (el art 18 de la Declaración de DDHH de 1948 es claro al respecto).

La palabra "religión"  puede indicar observancia o ligarse a algo o bien elegir algo. Será diverso según "religare" sea un verbo leído por Cicerón, Lactancio o Agustín de Hipona.



En todo caso, vivir una religión teísta o solamente una ética con una lectura panteísta de la divinidad o de lo sagrado, es una experiencia que marca a quien la vive. Es una cosmovisión que no deja nada por fuera y que, vivida adecuadamente, permite una plenitud que llena la actitud religiosa humana y permite abrirse, cada uno a su manera, a la idea de salvación y felicidad plena.

¿Es justo o adecuado juzgar "en combo" todas las religiones o a las personas que las viven por el exceso de algunos o de alguna que otra autoridad? Me parece que no.

¿Puede o debe hablar de religión una persona que nunca ha vivido una experiencia religiosa madura y sana? Sospecho que tampoco.

Se impone hoy día una cuota mayor de seriedad a la hora de abordar este tema en medio de comunicación y en redes sociales. Por lo menos sería bueno informarse más y, si la persona que opina no desea introducirse en al teología pues al menos que abra un libro de filosofía de la religión o de fenomenología de las religiones o incluso, algo de historia o de historia comparada de las religiones. Como en todo. es muy inadecuado en este tema como en otros, hablar o escribir sin tener idea de lo que se opina o afirma.

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