Para muchos una de esas prioridades, con características diversas según cada quien, es tener una biblioteca más o menos decente, más o menos con los temas predilectos, más o menos manejable, más o menos útil según la labor del dueño de la misma.
En fin, es la magia de tener libros, disfrutarlos, revivirlos, contemplarlos, olerlos, hojearlos y ojearlos a menudo... en fin, la maravilla que tantos valoran y que se visibilizan en anaqueles llenos de tesoros.
Hace poco el mexicano José Gordon hablaba de su biblioteca. De sus obras únicas, de los temas mas abundantes, de los años que ha costado llenar los estantes y de los libros deseados... algunos encontrados y otros no.
La biblioteca del que tiene una pues también puede hablar de los temas y cuestiones que el Sr. Gordon comentaba. Lo importante es tener esa biblioteca en algún lugar de nuestra casa u oficina o estudio... donde sea. Hoy día una parte en físico y seguramente otra en digital... pero allí están: libros, estantes y la riqueza del saber.
Sería bello que cada quien, en la peculiaridad de sus prioridades, dejara un poco aparte y con espacio suficiente en su corazón y deseos, el rincón de los libros. Ni una sola biblioteca deja de hacer un bien al mundo y su porvenir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario