Desde Gramsci hasta la nueva izaquierda

Pues resulta que la propuesta inicial, social y económica, ha ido avanzando hacia otras rutas últimamente. De repente las luchas y la cuestión de hegemonías se han ido transformando y adecuando al ritmo de lo ocurrido luego de la caída del Muro de Berlín.

Era renovarse o morir, a fin de cuentas.

Efectivamente, partiendo de algunos de los aporte de Gramsci y su visión de un socialismo más bien intelectual y pensante, hoy las cosas se han ido replanteando por allí.

De repente los temas de siempre y las luchas en favor de algunas clases desfavorecidas y reprimidas y alienadas, se pasa ahora a tratar de unir todo tipo de movimiento que, sea en el tema y cuestión que sea, sirva para llegar a una tal democracia radical que, igualando a la fuerza y despreciando lo individual (derechos y opiniones), logre por la vía del conflicto, alcanzar un nuevo orden que, a fin de cuentas, rompa con todo lo que la misma democracia burguesa ha logrado y construido.

Este post-marxismo o nueva izquierda está dando pasos? Claro. Basta ver las redes y los medios. Se han vendido a una mecánica impresionante del conflicto para sembrar cizaña y generar una ruta llena de desorden y alteración axiológica.

Cómo reaccionar? Falta pensar más, temer menos y ser capaces de enfrentar un modo de ver el mundo que tiene en mente algo así como el caos. No se trata de chocar con movimientos que han logrado reivindicaciones importantes, sino enfrentar actitudes de algunos de los  grupos que, siendo parte de movimientos que luchan válidamente y con razón por algunas causas que, conducen a las sociedades por sendas inadecuadas y gratuitamente violentas en todo sentido.