Me parece válido aunque lo de intachable no se puede cambiar por impecable o perfecto. Ni una cosa ni la otra pero sí puede intercambiarse eso de intachable por empeñado en ser mejor y dar ejemplo.
El líder, como consta en los cientos de libros que abordan el tema, se hace a veces, nace otras y en todo caso es una persona que va delante abriendo espacios, que sabe motivar, que ve en los problemas fuertes oportunidades, que es hábil lector de la realidad, que resulta muy realista y que logra generar en su entorno un ambiente empático que no pacta, sin embargo, con la mediocridad de sus subalternos o sus iguales.
En cuanto a lo ético, sabe que se trata de un ideal al que se llega por convencimiento y vende esa idea a los suyos siendo, además, el primero en hacer vida los grandes valores con los que se ha casado la empresa u organización a la cual se debe. Es, además, un convencido de que las cosas son mejor si se asumen los retos en equipo, sabe delegar y anima para que los resultados sean los deseados.
Ser intachable implica coherencia, irradiar aquello en lo se cree como valioso, poner a la gente antes que todo y percibir que no hay éxito solo en los números, sino que ello siempre reflejará el clima organizacional y éste, mientras mas sano, armonioso y coordinado sea pues mejor.
El líder ético se sabe además falible y por ello se exige más que los demás, se cuida más y se esfuerza por ser comprensivo y exigente a la vez. Evita los juicios de valor sin fundamento y comprende que donde hay dos o más seres humanos, los conflictos y los choques y los celos pueden surgir. Es duro en cuanto al uso de redes sociales y procura que el mundo de la red no carcoma la vida de sus subalternos o iguales.
En fin, se trata de personas que, sabiendo bien quiénes son y para dónde van y dónde están, son capaces de ser luz y de mantener a quienes les rodean en el marco de una actitud ideal hasta donde la volátil naturaleza humana lo hace posible.
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